MI hogar, MI dulce hogar
Ya estoy final y totalmente asentado en mi nuevo hogar. Mi nombre está en el buzón, el teleportero y yo no podría estar más contento. Las últimas cuatro semanas han sido un tanto alocadas y casi caóticas, pero me las he apañado para apechugar y tirar con todo para adelante y parece que todo ha funcionado bastante bien. Todavía tengo que solucionar algunas cosillas pero debería tener ya una vida normal para finales de este mes de Octubre como tarde.
Los asuntos de trabajo están siendo agobiantes y, cuando ya podíamos ver la luz al final de túnel, la muy puta se fue más lejos revelando que el túnel era más largo. Las horas extra que hemos estado haciendo de lunes a viernes e incluso más horas los sábados han absorbido cantidades ingentes de energía, recursos mentales y por supuesto tiempo. Nos dijeron que el sábado pasado sería el último día de horas extra, pero luego nos llegó la mala noticia: seguiremos así hasta el miércoles. Tenemos tantas ganas de terminar ya... Está bien si tenemos que trabajar así, para eso nos pagan. Pero cuando todos estábamos haciendo planes y deseando tener de vuelta nuestras adoradas tardes después de varias semanas, van y nos dicen que no se ha acabado todavía: ¡qué putada! Bueno, esperemos que el miércoles que viene sea el último día, pero nosotros ahora preferimos no crearnos muchas expectativas, por si acaso esto se alarga de nuevo hasta el sábado... El lado positivo de todo esto es que me encanta trabajar con mi equipo. Adoro a mis compañeros de trabajo y creo que hacemos un excelente grupo de gente. Ellos realmente marcan la diferencia en lo que respecta a este trabajo.
El poco tiempo libre que me queda lo he pasado principalmente comprando cosas y algunos muebles para mi estudio, montándolo todo y poniéndolo en su sitio, limpiando y también recibiendo algunas visitas -ni baloncesto ni alemán en cuatro semanas. He alojado a un amigo que necesitaba quedarse unas cuantas noches ya que él mismo tenía visitantes en su casa, luego mi amigo Brendan de Londres para un fin de semana largo y también mi ex-compañera de Oxford Annabelle y su amiga Sabine. Ambas vinieron para la feria del libro y fue genial verles y ponernos al día. De todas formas, ellas se quedaban en un hotel. El estudio ha tomado forma y ahora sólo me queda añadir unos cuantos detalles, como algo para poner en las paredes y quizá algunas plantitas (aunque se me dan muy mal las plantas y me siento culpable si se me mueren...). También tengo ganas de ir al rastro para ver si encuentro algo chulo y barato para decorar un poquillo. Por desgracia, sólo lo ponen los sábados por la mañana así que no he podido ir durante el periodo de horas extra. Ya llevo aquí dos semanas y me encanta tanto el sitio en sí como vivir tan en el centro de la ciudad. La única pega es que me he gastado mogollón de dinero que apenas había ganado, así que tendré que andarme con ojo e intentar ahorrar algo en los próximos meses. ¡Ah! Y otra cosa mala es que no tendré conexión a internet hasta finales de este mes, así que ten paciencia con los e-mails y entradas en el blog.
Uno de los momentos cumbre de mi tiempo libre sucedió anoche. Fui a ver a Epica por tercera vez en un país diferente: Inglaterra, España y Alemania. ¡¡Ja ja!! Ayer actuaron en una pequeña ciudad de Bavaria. Fui con un compañero de trabajo en tren. Nos gustó mucho el concierto, ¡suenan mejor cada vez que les veo! Pero luego perdimos el tren de vuelta por 30 segundos. Justo echaba a andar cuando llegamos al andén, ¡¡y era el último!! Teníamos dos opciones: bien esperábamos para coger el siguiente casi a las 6 de la mañana o bien cogíamos un taxi a Frankfurt. Bueno, nos merecíamos gastar nuestro dinero después de trabajar tan duro. Así que, qué demonios, cogimos un taxi y llegamos a casa sanos, salvos y cómodamente.
Ahora las perspectivas para los próximos meses son tan buenas como los últimos seis (¡¡porque ya llevo aquí medio año!!). Espero alguna que otra visita y tengo muchísimas ganas de que llegue principios de Diciembre, cuando vendrán algunos familiares, incluídos mis sobrinos. También estoy planeando algunos viajecillos para visitar amigos en Alemania, y el Reino Unido, el norte de Italia, el sur de Francia y algunas regiones en España están siempre en mi mente también. Sin embargo, como dije, la considerable inversión que he tenido que hacer para empezar a vivir aquí me impedirá viajar durante una temporada. Además, también me gustaría disfrutar de unas vacaciones muy lejos, en otro continente, esperemos que durante los primeros seis meses del año que viene si todo sigue yendo tan bien como hasta ahora...
Bueno, en resumen, las cosas deberían despegar de nuevo después de las alocadas últimas cuatro semanas. Espero tener pronto una rutina de oficina, gimnasio, clases de alemán y baloncesto, con algunos viajecillos, amigos y visitas rellenando los huecos. Si la primavera fue buena y el verano excelente, el otoño empieza con un giro radical de mi situación y, por increíble que parezca, parece que va a ser incluso mejor que las dos estaciones anteriores. Estoy listo y voy a por ello.