Y me presento

Hay una canción que me gusta mucho, ¡Que se vayan todos! de los Desechos (Cuando es mañana, 2003), uno de esos grupos protestones que tanto me gustan, y dice: "Y me presento, somos cimiento, somos la fuerza que pone al mundo en movimiento, somos la mano que amasa el pan y muere de hambre, soy public enemy number one ingobernable, somos el software libre del otro mundo posible, somos el barrio, somos la base, somos el pueblo de Seattle y declaramos el fin del fin de la Historia, somos mañana, somos presente, somos memoria" (si la quieres escuchar pincha en: Que se vayan todos). Eso soy. Como dice la canción por ahí, uno de esos "albañiles de lo común", "impresentables irrepresentables", "somos todos y seremos más, porque no somos nadie". Eso soy: parte de todos, uno más, nadie concreto.

Se me ocurrió escribir este blog al principio para que la gente que me conoce pueda saber lo que hago durante los próximos meses o años. Para eso pero también por mi necesidad de comunicación. Es por eso que este blog está abierto además a cualquiera que pueda y quiera leerlo. Para tí visitante, si eres de los que me está conociendo ahora (¡encantado!), no digo mucho ¿verdad? No es una gran presentación. Pero el otro, el que sí me conoce, tampoco tiene mucha ventaja. Voy a cambiar unas cuantas cosas de raíz en mí mismo, así que habrá que empezar de cero, pulsar reset, y los datos que no se hayan guardado se perderán. Lo que veas a partir de ahora puede que sea distinto. Antes me movía en varios ambientes: amig@s de aquí y de allá, compañer@s de trabajo, compañer@s de universidad, la gente que conocí en algunos viajes, viejos amigos del instituto, de mis años de baloncesto... Así, como dice un amigo mío, somos el reflejo de la imagen de nosotros mismos que proyectamos hacia los demás y éstos nos devuelven: dependía de con quién estuviese el ser considerado el listo o el tonto, el aprendiz o el experto, el serio o el simpatico, el divertido o el aburrido. Pero aquí soy todos esos Rafas a la vez, el mismo para tod@s. Algunos se sorprenderán para bien, otros para mal.