¡Vienes, voy, vas, vengo!
Ha habido mucho movimiento en las últimas semanas, especialmente los fines de semana. Siempre ha sido por cosas buenas, ya que he tenido algunas visitas y yo mismo también he andado un poco por ahí. Primero vino mi amigo Ray de Manchester. ¡Fue genial verle de nuevo! Fue una grandísima ayuda cuando le necesité durante mi estancia en esa ciudad... Echaba de menos su acento típicamente mancuniano además de su tronchante sentido del humor. Además de que fue muy divertido llevarle a los sitios más guays (que se me ocurrieron) de Frankfurt.
Después de la visita de Ray, fui yo quien se pasó brevemente por el Reino Unido, justo para un fin de semana que al final resultó ser más largo de lo esperado... ¡En realidad empezó en Oxford! Según llegué al aeropuerto el viernes por la noche, fui directo a esa pequeña ciudad que ha sido mi hogar durante más de dos años. Pasé allí la noche en casa de mi gran amigo Nico. Estuvo súper bien poder verle de nuevo y ponernos al día. Le echo mucho de menos. Y luego, la mañana siguiente fui a ver a mi ex-compañero de piso en Manchester, Jeremy, que ahora vive en Oxford de nuevo (estudió allí) apenas a 5 minutos de donde yo viví. Estuvo muy bien poder verle también y tomar un té y dar un largo paseo. Es un personaje único. Y después, en esas 24 horas de subidones sin parar, estuve con mi amigo Javier y su mujer y también amiga mía Vicky, que es un cielo. No había visto a Javier desde Noviembre de 2009 cuando volvimos de Bahrein. Fue la ostia recordar “los viejos tiempos” y echarnos unas risas delante de un café caliente y un trozo de pastel. Después de Oxford, fui a Londres el resto del fin de semana y me quedé, como siempre, en casa de mi amigo Brendan. También conocí a un amigo suyo, con quien me llevé genial porque tenemos los mismos gustos en un montón de cosas: discotecas, música, tíos, comida, ropa... En realidad acabé pasando más tiempo con él de marcha y de compras que con Brendan, jajaja. Y el lunes por la tarde, cuando ya estaba listo para decir “adiós Reino Unido, espero verte de nuevo pronto” me dieron una inesperada sorpresa en el aeropuerto: ¡¡el vuelo a Frankfurt se había cancelado y no habría más hasta el día siguiente!! En fin, al menos la compañía me puso en un buen hotel, me pagó el transporte, las comidas y ya fue sólo cosa de relajarse y esperar...
Y por último, pero no por ello menos importante, el primer fin de semana de Diciembre tuve una de las visitas más esperadas: mis hermanas Laura y Beatriz con mis sobrinos Endika y Toni y también uno de mis cuñados. Fue genial tenerles por aquí y hacer cosas con ellos: el mercado de navidad, el Zoo, ir de escaparates... Esta es la tercera vez que algún familiar viene a visitarme después de mi tercera hermana, María, y mi primo Juan cuando estaba en Oxford.
Y ahora, de nuevo soy yo el que está en un aeropuerto para coger un vuelo -si lo permite el tiempo- para volver a casa por Navidad. Estoy contento de pasar allí unos 10 días rodeado de familia y amigos. Es tiempo de volver a mis raíces y recordar otra vez quién fui y quién/qué talló mis 25 primeros años de vida.
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