Resaca otoñal
El verano llegó a su fin hace tiempo. Gran parte de los mejores ratos que he vivido han sido gracias a mis amigos, que me han alojado y mimado siempre que lo he necesitado y a veces incluso cuando no. Es un lujo contar con gente como Nicholas, Brendan, Paul, Michael, Robert, Stephan & Mathias, Sasha, Juri y Ray & Stuart. Tan pronto como uno de mis pies cruzaba el umbral de sus puertas, ya tenía el primer abrazo, la primera sonrisa y el primer beso.
Ahora el viento de otoño arranca las mustias hojas de los árboles, que caen al suelo encharcado por la lluvia. Qué puto asco. De todas formas, ya me tocaba parar un poco. Me noto desgastado también, muy cansado. Han sido unos meses muy excitantes y cargados de grandes momentos. Pero ahora estoy agotado, sin energía, sin ganas. Aún sigo haciendo algunos planes casi por inercia: estuve de fiesta en Colonia hace un par de semanas, voy a Berlín 4 días para un torneo de baloncesto en Noviembre y vuelvo a Colonia a principios de Diciembre para la que es posiblemente la fiesta de osos más grande de Europa. Son ideas que tenía en la cabeza desde hacía tiempo. Por lo demás, ahora mismo renuncio a cualquier plan de aquí al próximo año.
El desgaste no es solo físico, también mental y emocional. Este año ha sido un tanto convulso a nivel emocional y no me apetece tener más sobresaltos en una temporada, ni para bien ni para mal. Quiero estar quieto, tranquilo, sin pensar en nada que no sea comer, currar, dormir y gimnasio. Y sobretodo sin sentir nada por nadie, porque es frustrante cuando las cosas no salen como te gustarían. He estado los últimos meses atendiendo más a mis emociones que a mis pensamientos y no me arrepiento, pero esto me ha dejado así. Ahora voy a tomarme un descanso.
Ahora el viento de otoño arranca las mustias hojas de los árboles, que caen al suelo encharcado por la lluvia. Qué puto asco. De todas formas, ya me tocaba parar un poco. Me noto desgastado también, muy cansado. Han sido unos meses muy excitantes y cargados de grandes momentos. Pero ahora estoy agotado, sin energía, sin ganas. Aún sigo haciendo algunos planes casi por inercia: estuve de fiesta en Colonia hace un par de semanas, voy a Berlín 4 días para un torneo de baloncesto en Noviembre y vuelvo a Colonia a principios de Diciembre para la que es posiblemente la fiesta de osos más grande de Europa. Son ideas que tenía en la cabeza desde hacía tiempo. Por lo demás, ahora mismo renuncio a cualquier plan de aquí al próximo año.
El desgaste no es solo físico, también mental y emocional. Este año ha sido un tanto convulso a nivel emocional y no me apetece tener más sobresaltos en una temporada, ni para bien ni para mal. Quiero estar quieto, tranquilo, sin pensar en nada que no sea comer, currar, dormir y gimnasio. Y sobretodo sin sentir nada por nadie, porque es frustrante cuando las cosas no salen como te gustarían. He estado los últimos meses atendiendo más a mis emociones que a mis pensamientos y no me arrepiento, pero esto me ha dejado así. Ahora voy a tomarme un descanso.