Reencuentros, encuentros e intraencuentros
Cambios importantes han sucedido durante la última semana. No mejoran ni empeoran nada, sólo hacen que las cosas sucedan de otra forma a partir de ahora. Tras unas pocas semanas de desánimo general y cierto nerviosismo por el asunto de la entrevista de trabajo, me voy encontrando mejor. No disfruto mucho de la vida pero estoy más tranquilo, centrado de nuevo y pensando en cómo me planteo los próximos meses.
Para empezar, he tenido algunos reencuentros. No es gran cosa, pero estoy de nuevo en el yacimiento en el que llevaba tiempo trabajando. Cuando se inundó hace dos meses la excavación se canceló y desde entonces he estado trabajando en la oficina, donde estaba muy contento (a excepción de unos pocos días que fui a un yacimiento pequeño). El trabajo que estaba haciendo en la oficina, al ser algo transitorio, era muy simple y fácil. Much@s lo encontrarían aburrido porque la mayoría de l@s arqueólog@s eligen esta profesión por vocación, pasión, interés... Pero para mí ahora es sólo una fuente de ingresos, y cuanto más fácil y cómoda sea la tarea pues mejor. No me importa pasar semanas escaneando planos, marcando diapositivas o metiendo datos al ordenador: esto me mantiene seco, caliente, descansado y me permite libertad de horarios, así que lo prefiero. El trabajo en campo me gusta menos porque me quita más tiempo (hay que completar la jornada laboral sobre el yacimiento, así que la hora que nos cuesta ir y venir es tiempo que perdemos al cabo del día), me cansa y ahora es cuando empieza el frío y la lluvia. Cuando trabajo en la oficina termino la jornada antes y puedo salir a dar una vuelta, hacer unas compras, ir al banco o lo que sea, pero tras una jornada en campo tengo que correr a darme una ducha, cambiarme de ropa y tumbarme a descansar (y esto no es España, luego no puedes salir, aquí a las 7 de la tarde ya está casi todo cerrado y la gente en sus casas). Lo que me pasa es que me he acostumbrado a un ritmo de vida muy cómodo y ahora es fastidioso volver a lo de antes, aunque antes estaba contento con lo que tenía así que no me quedará más remedio que acostumbrarme de nuevo y esperar a que el departamento de arquitectura me "saque de allí" para hacer algún trabajo con ellos. De lo contrario, creo que me pasaré de nuevo muchos meses excavando. Como "novedad", me he comprado una pequeña radio que me hará más llevaderas las horas de trabajo y me servirá para hacer más el oído al inglés porque la comprensión es lo que peor llevo.
Bueno, pero la vuelta al yacimiento también a supuesto reencontrarme no sólo con ese yacimiento (que como lugar me gusta) sino con alguno de mis antiguos compañeros. La mayoría del equipo que allí estábamos ya no sigue, por diversas razones, pero Jane, Javier y Steve sí, lo cual es bueno porque me caen bien. También he tenido otro reencuentro, telefónico esta vez. Me llamaron Vanessa y Chao (bueno fue Vanessa), mis antiguos caseros y compañeros de casa. Hace tiempo que no les veo y espero que esta semana podamos quedar y vernos de nuevo para cenar o tomar algo; tengo ganas.
También esta semana he tenido algunos encuentros con gente nueva. Al yacimiento han venido nuevos arqueólogos, recién llegados a la empresa, veremos cómo funcionamos como equipo. Pero lo más importante es que en casa hay un nuevo inquilino. Dan, el hijo mayor de Xavier, se ha marchado a estudiar a otra ciudad y su habitación se ha quedado libre. Un dinerillo extra siempre viene bien así que ha llegado un huésped que se quedará con nosotros durante un mes. Es simpático, educado, agradable, culto... y de Catalunya. Pero lo más curioso es que es del Wolfson College, así que es muy amigo de algunas de las personas que he conocido allí, incluyendo por supuesto a Lars y Nico. Casualmente ninguno de ellos dos está aquí, pero pronto vendrán y será divertido juntarnos todos para tomar algo y reírnos un rato. Bonita coincidencia.
2 comentarios:
Rafi te he escrito comentario en el 20 de septiembre, lo siennnto.besos.Paty
Hola Paty. No pasa nada, yo los leo igual porque me llegan al buzón de correo electrónico independientemente de en qué entradas los escribas. Así que no importa que no comentes la última entrada, puedes comentar la que quieras, ¿de acuerdo?
Ahora bien, si quieres escribir un comentario para que lo lea más gente entonces sí te aconsejo que lo postees en la última entrada porque no creo que haya much@s visitantes que miren los comentarios de entradas anteriores.
Por cierto, te contesto ahí mismo, en el 20 de Septiembre. Un beso.
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