El pu{n}to origen
De nuevo miro al calendario y me doy cuenta de que han pasado tres meses más, y ya van seis, desde que llegué a Oxford. Otro trimestre que he consumido en esta etapa, ¡ joder, cómo se escapa el tiempo! Llega el momento de sentarse, respirar profundo, trabajar la memoria y hacer un nuevo balance. Veremos lo que ha dado de sí este periodo y cómo finaliza...
Ciertamente, estos tres últimos meses se han escurrido entre mis dedos bastante más deprisa que los anteriores y con menos monotonía. Achaco tal celeridad a varias razones. Por un lado, encontré un lugar en el que, una vez por semana, me juntaba con gente para jugar algo que es muy importante en mi vida. Me lo pasé bien, había buen nivel y el lugar y material utilizado era de excelente calidad. Sin embargo, eso se terminó, sólo duraba hasta este recién estrenado Septiembre y ahora tendré que buscar algo parecido si quiero seguir en ello. Por otro lado, también encontré a una persona interesada en recibir clases de español. Quedamos unas cuantas veces para charlar pero en realidad sólo le dí dos clases porque se me hacía tan agradable tener una charla en español y explicar cuatro cosas que prefería hacerlo como algo informal. Pero ya se ha vuelto a su Michigan natal y probablemente no vuelva hasta dentro de muchos meses, así que eso también se acabó y, nuevamente, tendré que buscar algo parecido.
En el trabajo he tenido muchos cambios. Mientras estaba en la excavación las cosas sucedían deprisa debido al ritmo de trabajo que nos imponíamos para no retrasar demasiado a la cantera en la que estábamos excavando. Lo malo es que cuanta más prisa teníamos, más cosas interesantes nos salían... Las lluvias lo estropearon todo y desde entonces estoy en la oficina (el yacimiento sigue inundado, no hay forma de drenar ese agua de allí). Estoy bien porque el trabajo es fácil, tengo libertad plena con el horario y no me canso. Además, cuando termino salgo limpio y seco a la calle por lo que puedo ir a dar una vuelta o hacer algo, no tengo que correr a la ducha como antes. Compagino el trabajo de la oficina con algunas salidas esporádicas con la gente del departamento de arquitectura. He pedido que me mantengan lo máximo posible en la oficina para poder seguir compaginando con arquitectura, a ver si con el tiempo puedo unirme y trabajar con ellos ya a tiempo completo (lo veo difícil, ya veremos qué pasa en unos meses...) En cualquier caso, el trabajo es lo que menos me importa ahora mismo. No es más que un sustento y mientras me alimente y me pague las facturas, está cumpliendo su función satisfactoriamente.
Por otra parte, las visitas recibidas durante varias semanas seguidas han sido algo que me ha ayudado enormemente a pasar un trimestre más ameno. No sólo por el hecho de tenerles aquí sino por el hecho de "la espera" y "el recuerdo", que claramente han tenido mi mente muy ocupada y muy entretenida. Pero no tengo más visitas en el horizonte y ahora quiero dedicarme un poco de tiempo a mí.
Y finalmente, todo el asunto del cambio de casa ha sido sin duda otro factor dinamizador que ha tenido mi cabeza ocupada durante mucho tiempo, no sólo por la tediosa búsqueda sino por la novedad y la aclimatación a mi nuevo hogar. Llegué entusiasmado por la experiencia de la convivencia con una familia, si bien no es esta una familia muy convencional. Estaba seguro que la adaptación sería más difícil que en una casa compartida con otras personas de mi edad, bien fueran profesionales o estudiantes. Y así fue: el primer mes fue una preocupación continua por no hacer nada que pudiera hacer sentir incómodos a mis hospedadores en la que es, al fin y al cabo, su propia casa. Sin embargo, también estaba seguro de que, una vez superada esas primeras semanas de conocimiento mutuo, mi sensación personal también sería mejor aquí que compartiendo casa con otras personas. Y así está siendo: el bienestar que siento viviendo aquí es sin duda algo que no puedo medir en libras. Es una sensación muy agradable que no tenía desde hacía mucho, mucho tiempo y que espero que dure aún mucho tiempo más...
De forma que puedo concluir que ha sido un trimestre bastante mejor que el anterior. Lo malo es que no hay casi nada consolidado y la mayoría de las cosas que han hecho que esa mejoría sea posible, no han sido más que estrellas fugaces que ya se han apagado: baloncesto, clases de español, visitas, excavación... Sólo me quedan las personas (y los dos gatos) con las que vivo. Y respecto a todo lo demás... creo que vuelvo a estar en la misma situación que antes: el puto origen.
2 comentarios:
Hola Rafa!!Cuánto tiempo, venga no te deprimas que la vida ya sabes que va por fases y ahora tendrás tranquilidad pero no tardará en aparecerte alguna novedad. Un besote de los de Bilbao!jeje
Hola Laura y compañía. Sí que es cierto que echaba de menos un comentario tuyo. Me tenías intranquilo.
Yo estoy bien, don't worry. No me deprimo, más bien me enfado conmigo mismo. Pero ya sabes, me tomo la cosas con calma, no tengo prisa. Espero algunas novedades en las próximas semanas, a ver si todo va bien. Ya te contaré aquí, ¿vale?
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