Casi nada a la vista
Definitivamente no tengo término medio. Lo mismo apenas escribo entradas nuevas porque estoy demasiado ocupado haciendo cosas guays o no las escribo porque me aburro como una ostra, sin hacer nada más interesante que dormir, comer, trabajar e ir al gimnasio. Eso es todo lo que he estado haciendo desde que volví de Estambul y lo que tengo pensado hacer las próximas semanas. Aparte de un fin de semana en Düsseldorf para jugar un torneo de baloncesto y un par de días en Colonia, el horizonte está despejado a lo lejos y no hay nada hasta mediados de Mayo. Ya te hablaré sobre eso cuando llegue el momento.
Los meses antes de Navidad fueron muy tranquilos, tenía las pilas gastadas y bla bla. Las Navidades fueron bastante buenas y luego tuve el momentazo Estambul que me ha mantenido con vida todo este tiempo. Tuve un subidón después de esa escapada y estuve eufórico los siguientes días, pero ya se me ha pasado. Sin embargo, estoy contento porque, de hecho, este tipo de vida relativamente calmado me está ayudando a conseguir algunos objetivos. Pero, por otra parte, sé que este no es mi estado natural. Tal vez sea el invierno, que este año parece más largo. Ya veremos si la primavera cambia algo.
Tres son los objetivos que estoy consiguiendo últimamente: ser más ordenado (ya sé que puede parecer una estupidez), centrarme en aprender alemán y coger algo de peso con un entrenamiento y buena comida. Intento mantener el estudio razonablemente limpio y ordenado pero no porque yo sea así, sino más bien todo lo contrario. Soy un completo desastre y me gusta vivir en un sitio pequeño porque es más fácil de mantener bajo control. Pasar más tiempo en casa ayuda bastante. Luego, también estoy aprendiendo alemán online. No es mucho, no es gran cosa, me llevaría chorrocientos años alcanzar un buen nivel con este sistema... pero al menos he encontrado una web que me gusta bastante y eso motiva más. Si hubiese empezado hace tres años cuando llegué, seguro que ahora hablaría mucho más. Y luego ya, por fin, tengo que decir (y me da igual que suene superficial -nunca he dicho que no lo fuera) que estoy bastante contento con el progreso hecho en el gimnasio. No solo me viene bien para mantenerme lejos de una pantalla durante algunas horas (teléfono, portátil, consola, pc, televisión), sino que tengo unos hábitos de alimentación y entrenamiento saludables que me hacen lucir bien por fuera y sentir bien por dentro. Me gusta esta rutina que he montado mucho mejor que el año pasado (cuando también intenté aprender alemán y coger peso pero apenas conseguí hacerlo).
Así que, al menos, lo relacionado con mantener una vida estable y en la buena dirección va bien. Sólo hay algo que falta para hacerme sentir genial por dentro también. Puede que venga con el buen tiempo o no. Tengo presentes los malos resultados que la empresa tiene últimamente porque salen en los periódicos. Estoy expectante por ver lo que hace la competencia y si eso nos beneficia o nos perjudica. Espero que mi puesto de trabajo no esté en peligro porque me encanta el equilibrio que mi vida ha alcanzado gracias a este trabajo y a esta ciudad y me sentaría fatal un cambio ahora. Pero nada es seguro estos días con la actual situación económica y yo me estoy volviendo muy vago para los cambios; mala combinación... Estoy confiado en que las cosas irán bien.
Los meses antes de Navidad fueron muy tranquilos, tenía las pilas gastadas y bla bla. Las Navidades fueron bastante buenas y luego tuve el momentazo Estambul que me ha mantenido con vida todo este tiempo. Tuve un subidón después de esa escapada y estuve eufórico los siguientes días, pero ya se me ha pasado. Sin embargo, estoy contento porque, de hecho, este tipo de vida relativamente calmado me está ayudando a conseguir algunos objetivos. Pero, por otra parte, sé que este no es mi estado natural. Tal vez sea el invierno, que este año parece más largo. Ya veremos si la primavera cambia algo.
Tres son los objetivos que estoy consiguiendo últimamente: ser más ordenado (ya sé que puede parecer una estupidez), centrarme en aprender alemán y coger algo de peso con un entrenamiento y buena comida. Intento mantener el estudio razonablemente limpio y ordenado pero no porque yo sea así, sino más bien todo lo contrario. Soy un completo desastre y me gusta vivir en un sitio pequeño porque es más fácil de mantener bajo control. Pasar más tiempo en casa ayuda bastante. Luego, también estoy aprendiendo alemán online. No es mucho, no es gran cosa, me llevaría chorrocientos años alcanzar un buen nivel con este sistema... pero al menos he encontrado una web que me gusta bastante y eso motiva más. Si hubiese empezado hace tres años cuando llegué, seguro que ahora hablaría mucho más. Y luego ya, por fin, tengo que decir (y me da igual que suene superficial -nunca he dicho que no lo fuera) que estoy bastante contento con el progreso hecho en el gimnasio. No solo me viene bien para mantenerme lejos de una pantalla durante algunas horas (teléfono, portátil, consola, pc, televisión), sino que tengo unos hábitos de alimentación y entrenamiento saludables que me hacen lucir bien por fuera y sentir bien por dentro. Me gusta esta rutina que he montado mucho mejor que el año pasado (cuando también intenté aprender alemán y coger peso pero apenas conseguí hacerlo).
Así que, al menos, lo relacionado con mantener una vida estable y en la buena dirección va bien. Sólo hay algo que falta para hacerme sentir genial por dentro también. Puede que venga con el buen tiempo o no. Tengo presentes los malos resultados que la empresa tiene últimamente porque salen en los periódicos. Estoy expectante por ver lo que hace la competencia y si eso nos beneficia o nos perjudica. Espero que mi puesto de trabajo no esté en peligro porque me encanta el equilibrio que mi vida ha alcanzado gracias a este trabajo y a esta ciudad y me sentaría fatal un cambio ahora. Pero nada es seguro estos días con la actual situación económica y yo me estoy volviendo muy vago para los cambios; mala combinación... Estoy confiado en que las cosas irán bien.
2 comentarios:
Hola Rafa!!seguro que irá todo bien en el trabajo, ahora todas las empresas tienen bajones,y bueno si a la competencia le va mejor siempre podrás enviarles el CV. Estoy de acuerdo contigo en que lo de cambiar tanto es un coñazo y llega un momento en la vida que da pereza pero supongo que es lo que nos toca por no ser conformistas(lo que veo muy positivo).Seguro que en primavera lo veremos todo con otros ojos.Un beso
Hola Laura. Me alegro de verte por aquí de nuevo. Eso espero: que al final todo vaya bien y no haya cambios o al menos no para mal. La competencia paga menos ;-)
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