Londres 2013
Hace un par de semanas ya que estuve en la Final Four de la Euroliga de baloncesto en Londres. Para aquellos que no están familiarizados con la competición, la Final Four es un evento anual que tiene lugar durante 3 días entre los 4 mejores equipos de Europa. El primer día se juegan unas semifinales, luego se deja uno de descanso y el tercer día se juega el partido por el tercer puesto y la gran final. Son cuatro partidos del más alto nivel continental. Cada año se designa una sede diferente y este año tocaba Londres: perfecto para mí. Desde pequeño he soñado con poder asistir a este evento así que supe que 2013 sería el año desde el momento en que me enteré de que sería en Londres. Tenía las entradas compradas desde el primer día que se pusieron a la venta el pasado noviembre.
Londres e Inglaterra en general no destacan por el seguimiento del baloncesto que hacen. Su competición nacional es también una de las más débiles de Europa, sobretodo entre los países grandes. Era una incógnita ver cómo iba a responder la población local a la celebración de uno de los eventos baloncestísticos anuales más importantes del mundo. La presencia asegurada de los aficionados de los cuatro equipos participantes (Real Madrid, F. C. Barcelona, CSKA Moscú y Olympiakos de Atenas) no sería suficiente para llenar el grandioso O2. Pues bien, a pesar de que el nivel de los partidos fue bastante bueno y los disfruté mucho, la organización del evento fue un tanto desastrosa bajo mi punto de vista, una pena.
La Euroliga no consiguió vender todas la entradas, empecemos por ahí. El hecho de que Londres solo es accesible prácticamente por aire desde otros países y que no es precisamente un destino barato tampoco ayuda a que los aficionados vayan en masa desde el continente. A pesar de que tengo entendido que anunciaron un lleno, eso no es cierto. Puede que se "deshicieran" de todas las entradas (se malvendieron a última hora a precios ridículos e incluso se regalaron), pero el pabellón no mostró un lleno en ningún momento, ni siquiera durante la final. Bien es cierto que durante el último partido la entrada fue bastante buena, pero no estaba lleno ni de lejos. Efectivamente, a los londineses en particular e ingleses en general el baloncesto no les gusta y no se les ha sabido vender la Final Four como producto atractivo. Durante el primer y el tercer partido de esta Final Four, dudo mucho, muchísimo, que la asistencia llegase a la mitad de la capacidad total. Hace unos meses, se jugaron dos partidos de la NBA entre los Nets y los Raptors en el mismo escenario con un lleno absoluto y desde luego no vinieron aficionados desde el otro lado del charco. Sin embargo, no cabía un alma en el recinto. ¿Por qué?
Mención aparte merecen los espectáculos de entretenimiento (¿?) entre partidos, en los descansos y en los tiempos muertos. Con todos mis respetos a los esforzados animadores, yo me esperaba bastante más que unas coreografías de baile de instituto. Cansó mucho también ver a los clásicos malabaristas de balón de baloncesto que puedes ver en cualquier cancha de cualquier equipo de Europa junto con los clásicos chavalillos bailando break-dance por los suelos o como se llame mientras otro hace beatboxing, algo que puedes ver por las esquinas de cualquier ciudad un poco grande. A mi me gusta el beatboxing y el break-dancing, me parece que tienen mucho mérito porque la gente lo aprende en la calle, sin escuelas. Pero en una Final Four, a partir de la quinta vez que lo ves en cuatro partidos, cansa. ¡Que pongan música por el amor de Dios! Haz que la gente se levante, que baile, ¡¡que se divierta!! ¿Pero es que no hay dinero para pinchar los hits de hace 20 años de 2Unlimited? Que no te pido ni Madonna, joder. ¿No hay más que poner a un chico haciendo ruido en un micrófono por enésima vez? El colmo del aburrimiento llegó... no recuerdo bien si fue entre los partidos del segundo día o en el descanso de la final. Sinceramente, yo estaba jugando con mi Nintendo DS. Hubo un espectáculo que, de nuevo, fue espectacular y muy meritorio: un grupo enorme de personas lanzándose unas a otras unos balones enormes y muy ligeros de forma acompasada y coordinada. Genial si vas a ver al Circo del Sol, pero un auténtico coñazo si lo que esperas es vivir la emoción de unas finales de baloncesto continental.
No sé, es la primera vez que voy a una Final Four y espero que no la última. ¿Será siempre así? Lo dudo, pero igual estoy siendo demasiado crítico con algo que es habitual y de lo que no se puede esperar más... No todo fue malo, claro. Los shows eran entretenidos las primeras veces (solo aburría la repetición) y el nivel de los partidos fue bastante bueno (generalmente suelen ser partidos con defensas fuertes y poca anotación, pero no fue el caso). Los aficionados griegos eran muchísimos y un espectáculo en sí mismos. Ah, y lo que más me gustó, sin duda, fueron las barbas que lucieron las estrellas del campeón Olympiakos Vasilis Spanoulis y Pero Antic, ¡¡jajajaja!!
Londres e Inglaterra en general no destacan por el seguimiento del baloncesto que hacen. Su competición nacional es también una de las más débiles de Europa, sobretodo entre los países grandes. Era una incógnita ver cómo iba a responder la población local a la celebración de uno de los eventos baloncestísticos anuales más importantes del mundo. La presencia asegurada de los aficionados de los cuatro equipos participantes (Real Madrid, F. C. Barcelona, CSKA Moscú y Olympiakos de Atenas) no sería suficiente para llenar el grandioso O2. Pues bien, a pesar de que el nivel de los partidos fue bastante bueno y los disfruté mucho, la organización del evento fue un tanto desastrosa bajo mi punto de vista, una pena.
La Euroliga no consiguió vender todas la entradas, empecemos por ahí. El hecho de que Londres solo es accesible prácticamente por aire desde otros países y que no es precisamente un destino barato tampoco ayuda a que los aficionados vayan en masa desde el continente. A pesar de que tengo entendido que anunciaron un lleno, eso no es cierto. Puede que se "deshicieran" de todas las entradas (se malvendieron a última hora a precios ridículos e incluso se regalaron), pero el pabellón no mostró un lleno en ningún momento, ni siquiera durante la final. Bien es cierto que durante el último partido la entrada fue bastante buena, pero no estaba lleno ni de lejos. Efectivamente, a los londineses en particular e ingleses en general el baloncesto no les gusta y no se les ha sabido vender la Final Four como producto atractivo. Durante el primer y el tercer partido de esta Final Four, dudo mucho, muchísimo, que la asistencia llegase a la mitad de la capacidad total. Hace unos meses, se jugaron dos partidos de la NBA entre los Nets y los Raptors en el mismo escenario con un lleno absoluto y desde luego no vinieron aficionados desde el otro lado del charco. Sin embargo, no cabía un alma en el recinto. ¿Por qué?
Mención aparte merecen los espectáculos de entretenimiento (¿?) entre partidos, en los descansos y en los tiempos muertos. Con todos mis respetos a los esforzados animadores, yo me esperaba bastante más que unas coreografías de baile de instituto. Cansó mucho también ver a los clásicos malabaristas de balón de baloncesto que puedes ver en cualquier cancha de cualquier equipo de Europa junto con los clásicos chavalillos bailando break-dance por los suelos o como se llame mientras otro hace beatboxing, algo que puedes ver por las esquinas de cualquier ciudad un poco grande. A mi me gusta el beatboxing y el break-dancing, me parece que tienen mucho mérito porque la gente lo aprende en la calle, sin escuelas. Pero en una Final Four, a partir de la quinta vez que lo ves en cuatro partidos, cansa. ¡Que pongan música por el amor de Dios! Haz que la gente se levante, que baile, ¡¡que se divierta!! ¿Pero es que no hay dinero para pinchar los hits de hace 20 años de 2Unlimited? Que no te pido ni Madonna, joder. ¿No hay más que poner a un chico haciendo ruido en un micrófono por enésima vez? El colmo del aburrimiento llegó... no recuerdo bien si fue entre los partidos del segundo día o en el descanso de la final. Sinceramente, yo estaba jugando con mi Nintendo DS. Hubo un espectáculo que, de nuevo, fue espectacular y muy meritorio: un grupo enorme de personas lanzándose unas a otras unos balones enormes y muy ligeros de forma acompasada y coordinada. Genial si vas a ver al Circo del Sol, pero un auténtico coñazo si lo que esperas es vivir la emoción de unas finales de baloncesto continental.
No sé, es la primera vez que voy a una Final Four y espero que no la última. ¿Será siempre así? Lo dudo, pero igual estoy siendo demasiado crítico con algo que es habitual y de lo que no se puede esperar más... No todo fue malo, claro. Los shows eran entretenidos las primeras veces (solo aburría la repetición) y el nivel de los partidos fue bastante bueno (generalmente suelen ser partidos con defensas fuertes y poca anotación, pero no fue el caso). Los aficionados griegos eran muchísimos y un espectáculo en sí mismos. Ah, y lo que más me gustó, sin duda, fueron las barbas que lucieron las estrellas del campeón Olympiakos Vasilis Spanoulis y Pero Antic, ¡¡jajajaja!!
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