Bienvenido a tu propia fiesta
En ocasiones como esta me encantaría tener un puerto USB para enchufar un cable y descargar directamente al ordenador lo que me pasa por la mente, porque si intento expresarlo me vuelvo loco y no encuentro la forma. Me siento tonto, como un niño de 7 u 8 años que no acierta con las palabras adecuadas porque ni siquiera las conoce aún. Se sorprende y se molesta porque todo el mundo es más mayor y le siguen la corriente. Sin embargo, él se da cuenta de que no ha sido consciente de algo muy obvio pero los demás sí. Ha estado viviendo... ¿una mentira? ¿Un engaño? Más bien una fantasía. Y los adultos a su alrededor miraban sonrientes y con ternura. "Angelito... Qué feliz es con sus historietas."
Tanto tiempo pensando una cosa y resulta que era la otra. Y no me he dado cuenta hasta que me lo han dicho. Esto puede ser normal cuando uno no presta demasiada atención ni pone mucho interés en lo que sucede a su alrededor. Pero este no es el caso. En este caso no me he dado cuenta de algo que pasaba en mi interior, y algunos a mi alrededor sí. Resulta que he estado enamorado y hay gente que lo ha sabido antes que yo. Y entonces llega alguien y me suelta: “Los demás ya lo sabíamos. Creo que tú eres el único nuevo aquí. Es decir, bienvenido a tu propia fiesta.” Y con esta genial metáfora me dan un sopapo que me despierta a mi propia vida. "Huele el café, que ya está hecho."
Entonces siento que las cosas se ven mucho más claras. Que el cuento que yo me había montado no era como yo creía. Que era obvio para muchos menos para mi. Que hay que repensarlo todo y enfocar las cosas desde otro punto de vista. Que como historiador y arqueólogo que en el fondo de mi ser soy, entender el pasado ayuda a comprender mejor el presente y a construir mejor el futuro.
(¿Cómo sé que antes estaba enamorado y ya no lo estoy? Por comparación, simplemente. ¿De quién? Eso qué más da ya. Lo pasado, pasado está. Sólo espero que alguien me avise la próxima vez que ocurra o, al menos, que no me pille con estos pelos...)
Tanto tiempo pensando una cosa y resulta que era la otra. Y no me he dado cuenta hasta que me lo han dicho. Esto puede ser normal cuando uno no presta demasiada atención ni pone mucho interés en lo que sucede a su alrededor. Pero este no es el caso. En este caso no me he dado cuenta de algo que pasaba en mi interior, y algunos a mi alrededor sí. Resulta que he estado enamorado y hay gente que lo ha sabido antes que yo. Y entonces llega alguien y me suelta: “Los demás ya lo sabíamos. Creo que tú eres el único nuevo aquí. Es decir, bienvenido a tu propia fiesta.” Y con esta genial metáfora me dan un sopapo que me despierta a mi propia vida. "Huele el café, que ya está hecho."
Entonces siento que las cosas se ven mucho más claras. Que el cuento que yo me había montado no era como yo creía. Que era obvio para muchos menos para mi. Que hay que repensarlo todo y enfocar las cosas desde otro punto de vista. Que como historiador y arqueólogo que en el fondo de mi ser soy, entender el pasado ayuda a comprender mejor el presente y a construir mejor el futuro.
(¿Cómo sé que antes estaba enamorado y ya no lo estoy? Por comparación, simplemente. ¿De quién? Eso qué más da ya. Lo pasado, pasado está. Sólo espero que alguien me avise la próxima vez que ocurra o, al menos, que no me pille con estos pelos...)
2 comentarios:
Ha Rafa how I envy you :) Starting out so innocent and discovering all the wonders of life. I would do it all again in a flash! You are so lucky my friend I know that you will be happy. x
Hey Iain, thanks for your comment :-) You know you contributed greatly to this process. Thank you for that! xx
Publicar un comentario