Montones de abrazos, toneladas de sonrisas

Sabía lo que iba a pasar, y está pasando. Al principio no quería volver a Vitoria, mi ciudad natal, por Navidad, pero finalmente decidí que iba a ser la mejor opción. Ha sido genial estar de nuevo con tod@s mis amig@s y familiares, en mis lugares favoritos de la ciudad. Durante dos semanas he estado con la gente que me gusta, haciendo lo que me gusta, comiendo, oliendo, mirando... He disfrutado cada segundo que he pasado. Pero sabía que sería duro dejarlo todo atrás otra vez aunque no me arrepiento en absoluto. Una amiga me dijo una vez que sería bueno poder meter esos buenos momentos en un frasquito y guardarlos para cuando los necesite. Bueno, yo necesitaría mucho más que un frasquito para poder guardar todos los abrazos y sonrisas que me han regalado estos días.

Ahora me apetece pasar unos días tranquilo, pensativo y adaptándome de nuevo a este ritmo de vida. La vuelta a mi casa de aquí ha sido agradable y tengo ganas de reencontrarme con mis amig@s de Oxford. Además, las próximas semanas traerán algunos movimientos que mantendrán mi mente ocupada.